¿Recuerdas la sensación que tenías en tus primeros días como vendedor? Estabas lleno de entusiasmo, emocionado por conquistar el mundo, cerrar esos negocios y alcanzar esas metas. Pero luego, te enfrentaste a la realidad. Los negocios no se cerraban tan fácilmente, los proyectos parecían eternos y la curva de aprendizaje era más empinada de lo que esperabas. ¿Y qué sucede cuando finalmente te conviertes en un buen vendedor? A veces, sientes que tienes que lidiar con la tentación de explorar nuevos horizontes.

Este es un dilema que a menudo enfrentan los profesionales de las ventas y los líderes empresariales. ¿Cómo mantener a los vendedores comprometidos, eficientes y fieles a la empresa? La respuesta yace en dos factores cruciales: la motivación y la disciplina. Acompáñame en este recorrido por el fascinante mundo de las ventas para descubrir cómo estos dos factores pueden hacer la diferencia.

Motivación: El combustible de las ventas

La motivación es esa chispa interna que impulsa a los vendedores a superar los desafíos y alcanzar sus metas. Es la fuerza que nos impulsa a salir de la cama cada mañana, listos para enfrentar un nuevo día lleno de posibilidades. Cuando estás motivado, te sientes capaz de mover montañas.

Pero la motivación no es algo que simplemente ocurre. Es un fuego que necesita ser alimentado. En el contexto de las ventas, esto puede Tomásar muchas formas, desde reconocimientos y recompensas hasta la simple satisfacción de cerrar un negocio con altos márgenes de utilidad.

Sin embargo, la motivación puede ser un arma de doble filo. Puede ser volátil, inflándose rápidamente en un momento de éxito, pero también puede desvanecerse cuando las cosas se ponen difíciles. Aquí es donde entra en juego la disciplina.

Disciplina: El guardián de la motivación

Mientras que la motivación puede ser la chispa que enciende la pasión de un vendedor, la disciplina es la herramienta que mantiene esa pasión viva. Es la disciplina la que ayuda a los vendedores a mantener el rumbo, a trabajar arduamente día tras día, y a resistir la tentación de abandonar cuando las cosas se ponen difíciles.

En ventas, la disciplina puede manifestarse de varias formas. Puede ser la capacidad de seguir una rutina de trabajo bien establecida, de perseverar a través de los desafíos, de continuar aprendiendo y mejorando, y de mantener relaciones duraderas con los clientes.

El balance perfecto: Motivación y Disciplina

Entonces, ¿qué es lo que realmente necesitan los vendedores para tener éxito? La respuesta es una combinación de motivación y disciplina. Una sin la otra es como un coche sin gasolina o un barco sin vela. Ambas son esenciales para moverse hacia adelante.

Para ilustrar esto, permitidme compartir una historia sobre dos vendedores, Tomás y Martín. Tomás era un vendedor naturalmente motivado. Siempre estaba lleno de energía y entusiasmo, listo para asumir el mundo. Pero Tomás carecía de disciplina. A menudo se distraía con nuevas ideas y proyectos, y luchaba para seguir una rutina de trabajo estable.

Martín, por otro lado, era el ejemplo de la disciplina. Tenía una rutina de trabajo bien establecida y siempre estaba dispuesto a trabajar duro. Pero a diferencia de Tomás, Martín luchaba con la motivación. A menudo se encontraba sintiéndose aburrido y desmotivado, y le faltaba la chispa de entusiasmo que a menudo lleva a los vendedores al éxito.

¿Quién crees que tuvo más éxito? ¿Tomás, con su alta motivación pero falta de disciplina, o Martín, con su alta disciplina pero falta de motivación? La respuesta, por supuesto, es que ninguno de los dos fue realmente exitoso. Tomás tenía problemas para mantener un rendimiento constante debido a su falta de disciplina, mientras que Martín luchaba para superar los desafíos debido a su falta de motivación.

Más allá de la motivación y la disciplina

Entonces, ¿qué podemos aprender de Tomás y Martín? La respuesta es simple: para tener éxito en ventas, necesitamos tanto la motivación como la disciplina. Necesitamos la motivación para encender nuestra pasión y la disciplina para mantenerla viva.

Así que, ya seas un vendedor, un líder de ventas o un director de empresa, te animo a que reflexiones sobre cómo puedes fomentar tanto la motivación como la disciplina en tu equipo. ¿Cómo puedes alimentar la motivación de tus vendedores y al mismo tiempo fomentar una cultura de disciplina? La respuesta a esta pregunta podría ser la clave para desbloquear el próximo nivel de éxito en ventas.

Las ventas no son una carrera solitaria, son una maratón de equipo, y para llegar a la meta necesitamos mantener viva la llama de la motivación y la disciplina en cada paso del camino. Porque, al final del día, no es solo lo que vendemos, sino cómo lo vendemos lo que realmente importa.

Iván Fernández De Lara
CEO Ventas Consultivas & Konzeppt Inbound Marketing
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